Cuentos para Mi

La realidad se mezcla con la imaginación, el sentir se confunde con los recuerdos, y estos son los relatos que avivan mis noches y mis sueños , Hoy los comparto contigo.....

Mi foto
Nombre: Sol Diez
Ubicación: Arica, Tarapaca, Chile

Desde los doce años que escribo, esta es la primera vez que publico y espero saber sus comentarios,las actualizaciones son semanales.

26 junio, 2005

Declaración


Había pasado horas pensando que hacer de su vida, no sabía como había llegado hasta ese momento, de decir dejar las cadenas que la atrapada en el mismo sitio, una y otra vez, el miedo, la flojera de dar ese primer paso, hasta ese momento su vida con altibajos seguía siendo una vida anónima, sin más esperanza que safarse de sus deudas y, vivir sin tomar decisiones importantes, estaba tan a gusto con su forma de vivir o se había convencido que era la mejor manera de llegar a vieja, ya era una vieja, no de edad si de alma .
Me vi, vi mi cuerpo en el espejo, hacía tanto tiempo que no me miraba tan atentamente, el tiempo había dejado en mí la rabia, la tristeza, la soledad, el dolor, también las alegrías, la pasión, ya no era el cuerpo delgado y firme de esos años en que me afanaba en ser inteligente y no bella, y ahora que quisiera ser bella y menos inteligente, no me lo permitía, ya no estaba la sonrisa, sino que el seño serio, casi sin vida , las arrugas en mi frente me lo decían, ya no era tan fácil que llegará la pasión ,la excitación, era casi una obligación estar dispuesta a dar todo en la cama, como asumir mi nueva edad, falta tan poco para ser de la señora de cuatro décadas, ahora importa más como hacerlo que hacerlo, no me importa la cantidad sino la calidad, pero es difícil competir , porque debo competir, y el amor donde está, donde se quedo, en que recodo de mi vida pidió descansar y se bajo abandonándome, sigo aquí , esperando, en mi sueño busco un amante, que me niego a que llegue, en mi sueños te siento, el extraño, sin rostro, con suaves manos que recorren este cuerpo ajado, sintiendo en cada pliegue el deseo guardado de estar en una aventura , hasta hace unos meses ni siquiera me lo permitía, y ahora te busco cada noche en mis sueños, arde mi cuerpo y mi alma esperándote, en una playa, en la plaza, en la noche oscura y fría de invierno o en una noche tibia de verano, ahí estas, con solo sentir tu presencia, me vuelvo joven , bella , alegre, tocas mis hombros , me abrazas por detrás y mordisqueas mis pequeñas orejas, tu aliento tibio y fragrante recorre mi cuerpo, quiero volverme y no me dejas, me tomas firmes, me quedo quieta, tus manos grandes y brutas, toman mis pechos mustios y como varita mágica los vuelves firmes y turgentes, mis pezones se agrandan y se erectan como lo hace tu miembro, me dices palabras groseras… para nada tiernas y aun así no me enojo, me estremecen, me calientan y lucho por ver tu rostro y no me dejas, subes mi falda y tomas a la fuerza mi sexo ya húmedo, cabalgas en mis ancas , me vuelves loca, como domando a un yegua, me niego a seguir tu ritmo, pero lo hago, el fuego que producimos nos quema, ardemos, somos uno y en último momento cuando mis gemidos y los tuyos se hacen audibles y el orgasmo anhelado se hace cargo del momento , desapareces, sueño.. Donde estas extraño .. Eres tú…en mi cama siento tu aroma y tu humedad, te veré esta noche…mientras perfumo mi cuerpo al verme en el espejo nuevamente.

10 junio, 2005

Verano, una golondrina

Una Golondrina

Tenía que volver a empacar todas estas cosas que fui dejando en esta casa, llevo diez años entre el valle y La Serena. Tome los libros apilados en el rincón de lo que fue mi biblioteca, el primer libro era El lobo estepario, adentro estaba la única carta que conservo de aquella golondrina del norte.

Recuerdo que era verano, llevaba ya seis meses viviendo en el pueblo de Elqui, después de más de tres años perdidos entre el trabajo, el fin de mi matrimonio, el estrés de los negocios de la familia… Decidí alejarme de todo y comenzar una vida nueva en el valle cósmico.

La vi llegar en el bus de la seis de la tarde al pueblo, era delgadísima, con un exquisito cuerpo bien equilibrado, su melena oscura enmarcaba su cara fina y reluciente, su sonrisa calida no dejaba a nadie indiferente. Bajó del brazo de un uno de los carabineros, escuche por ahí que era su novia de Arica, para mi adentro dije que suerte, más tarde supe que era su hermana.

Una noche camine hacia a la plaza, a fines de enero, el ambiente era tibio y como era principio de semana no había nadie en ella, me encanta la soledad. Estaba sentado, distraído, cuando la vi llegar. Apenas la sentí, de hecho me distraje de mi s pensamientos, me sonrió y yo le correspondí, se sentó al lado opuesto, bajo la luz de uno de los faroles, la luz aquella le daba un toque de magia a su figura, ya la había observado varios días al pasar frente de mi casa ,siempre con esa sonrisa y saludando a todos con los que se encontraba ,varias veces trate de encontrarla, pero nunca se dio el momento, pasaron unos minutos y me acerque.
-Hola ¿eres la hermana de De La fuentes ¿ ¿cierto?- dije y ella movió su cara.
-Soy Andrés Del Río_ proseguí.- ¿y tú como te llamas?
-Alexa- dibujando una sonrisa y una mirada tan profunda que me perturbó
Luego nos pusimos a conversarsobre el valle, pasaron las horas, hasta que decidimos irnos, la acompañe hasta su casa, que quedaba a unas cuantas de las mías, ella no se había percatado lo cerca que estábamos, y cuanto horas la había observado desde que llegó. Al dejarla su mirada me puso impaciente, era coqueta por naturaleza y seductora, esa coquetería que le era propia de la edad, no tendría más de veinte años, al llegar a casa me costó mucho retomar el sueño,¿ que tenía esta chica?, las ansias me apretaban el cuerpo y comenzaba además a florar el deseo de estar con ella más intensamente, habían habido otras mujeres después de aquel fracaso pero nada que me inquietará tanto como Alexa.

Deje pasar tres días, y al medio día pase por su casa, en realidad era una pieza que tenía puerta hacia la calle en la casa de un amigo de su hermano, lo que la hacia independiente de salir y entrar a la hora que quisiera.
-¿está Alexa del norte?- dije
-depende para que?- respondió con voz gatuna
-quisiera que almorzáramos juntos- continué

Su respuesta fue afirmativa, quedamos de juntarnos a las dos. Estaba intranquilo, yo un hombre echo y derecho, perturbado como un quinceañero, para distraerme me puse hacer la comida, puntualmente llego ella. Venía vestida con un short y una polera como era costumbre verla, su pelo tomado y su cara de niña , la invite a pasar y le ofrecí una copa de vino, mientras terminaba de cocinar . luego de la comida pasamos al living a seguir hablando de literatura, en ese momento me decía que estaba leyendo a Hesse, recordé que lo tenía cuando lo fui a alcanzar este cayó y los dos al mismo tiempo lo tómanos , su cuerpo tibio se acerco de tal manera que encendió el mío, roce sus labios y la bese, sus labios eran tan dulces como la miel y suaves como la seda, fue un instante sublime, la suavidad del beso no concordaba con la urgencia de mi cuerpo. Desde ese momento no la deje, todas las tardes estábamos juntos, de echo mucha gentes del pueblo comenzaron hablar, pero eso no me interesaba. Ella comenzó a llenar mis espacios, era inteligente, valiente y a la vez inocente, a pesar de sus experiencias, llena de vida, de alegría de vivir, hacia tiempo que no me sentía así.
Una tarde me propuso cenar juntos, su mirada fue de fuego, fuego que después estaría en mi cama. Me vestí para la ocasión a eso de las ocho, llego ella, su piel me brindaba su aroma de niña y mujer, le pedí no cocinar, me urgía tenerla en mis brazos, le invite una copa de vino y nos sentamos en el sofá, me acerque a ella, le bese su cuello largo hasta llegar a sus pequeñas orejas , mientras susurraba su nombre, sentí su respiración acelerarse, y como poco a poco su piel se estremecía con mis besos, acaricie sus pequeños pero firmes pechos que cabían en mi mano, su lengua buscaba la mía dentro de mi boca , y ya no eran esos besos entrecortados de las otras tardes, eran besos de mujer que me pedían que la tomara, subí su polera y con mis dedos pellizqué sus pezones oscuros y erectos que sobresalían de sus senos de piel blanca, mi boca los buscó con desesperación y los chupe con fuerzas, sus manos buscaron mi miembro atrapado en mis jeans, yo lo sentía empalado, duro, y más grande que de costumbre, esta hembra desataba una furia en mi, que no era violenta sino que pasión pura, deslice una de mis manos en sus muslos de abajo hacia arriba llegando al limite de su entrepierna, sus gemidos suaves me ponían mas ansiosos, la tome en brazos y pasamos a mi dormitorio, la deje sobre la cama , la desvestí suavemente pero con prisa quería verla desnuda, ahí estaba ella delgada, con una pequeña cintura, de caderas fuerte y piernas largas y contorneadas, sus pechos pequeños pero firmes , sus hombres suaves pero con carácter, su cara encendida , sus labios delgados y sus ojos brillantes y oscuros como la noche en que nos conocimos , iluminada como las estrellas de este valle , recorrí su cuerpo con mi lengua, no deje lugar sin besarla, su cuerpo se tensaba y relajaba sin ritmo, saque lo que quedaba de mi ropa, me arrodille delante de ella, separe sus piernas , deje mi pene en la entrada de su vulva , mientras veía su cara cada vez más mujer, más caliente.
La penetre con fuerza, como cuando se hunde el azadón en la tierra, y de su boca salió un chillido, dolor… no sé …luego un gemido desde lo más hondo de ella, supe que le gustaba comencé a cabalgarla , a ratos rápido luego lento, la voltee y desde atrás comencé denuevo mi arremetida , mi verga era enorme , la fuerza venía de todos lados, sentía cada caricia de ella , sus manos apretaban las mías . la puse delante mio y le deje mi miembro delante de su boca, sin decir nada, lo tomo entre sus manos y comenzó a lamerlo de abajo hacia arriba, luego lo envolvía con sus labios, lo chupaba con fuerzas, luego suavemente, sentía como cada poro de mi piel sudaba el olor a sexo de aquella noche, sé que la excitaba esta situación . latía mi pene y supe que se aproximaba el tiempo de volar , la separe y deje salir mi semen caliente con fuerza sobre su abdomen tan plano y suave , la batalla había terminado, me tumbe al lado de ella y la acaricie por largo tiempo, sin decir nada, luego vino el sueño, cuando desperté ya no estaba, al principio pensé que había sido un sueño y que sueño, pero su olor aún estaba en mi habitación.

08 junio, 2005

Verano

Era una noche cálida de Fines de enero en el valle de Elqui, recién llevaba algunas semanas en el pueblo y no tenía muchas amistades, además las que pude hacer trabajaban en los packing de la zona, me fui a la plaza, maravillosa por su tenue luz, sus rosas y aquella fuente con esos peces de colores que con la luz de la luna me transportaba a parajes orientales, vistos alguna vez en televisión, estaba desierta o casi desierta, hoy ya no es posible esa exquisita soledad de esos años, donde podías quedarte hasta tarde mirando las estrellas, sin que nadie te molestará, el pueblo ahora es el centro del turismo del valle de Elqui.

Él estaba sentado, distraídamente en uno banco de la plaza, en la semisombra de esa noche, percibía que era un hombre atractivo, alto, de unos treintitantos, de facciones finas, moreno, se notaba que cuidaba su aspecto. Creo que mi llegada lo perturbo un momento, yo le sonreí y me fui a sentar al lado opuesto de él, paso quizás media hora yo leía poesía de Neruda, tan distraída que no me di cuenta que se había aproximado, su voz varonil, me saco de mi concentración
- ¡hola!,¿cómo estas?, ¿eres la hermana de La fuente?, ¿cierto?- Asentí con mi cara, luego se presento
-Me llamó Andrés Del Rio-.

Comenzamos a intercambiar opiniones sobre el valle, las gentes, me dio la sensación que ya nos habías conocido, pero había algo en él que me llamaba mucho la atención, un misterio. Luego de un par de horas nos fuimos caminando hacia donde vivíamos, que por cierto era bastante cerca, a un par de metros justa al centro del pueblo, yo en la casa de un amigo de mi hermano, él tres casas más allá. Lo que quedaba de esa noche se fundió en mi cama y la urgencia de conocernos aún más, deje llegar el sueño tan placidamente como el deseo sigilosamente se apoderaba de mi piel.

Pasaron tres días, sin saber de él, hasta que tocaron a mi puerta, Andrés aparecio con una gran sonrisa.-
-Aquí vive Alexa del norte- me dijo con su voz tierna y seductora.
-Depende de quien le busca:- seguí su juego.
-Vengo a invitarla a almorzar conmigo, sabrá si podrá- continuo
-¡ Claro que si!,¿ a qué hora nos vemos?.
-Te parece a las dos- asentí con una sonrisa

Avise a mi hermano que no lo iba acompañar, por ser carabinero soltero, almorzábamos en el reten, y a eso de las dos de la tarde fui a casa de Andrés, la arrendaba a una familia mientras construía la suya. Estaba cocinando, comida natural, se notaba que cuidaba de su salud y apariencia, me sirvió una copa de vino y empezamos a conversar, cosas triviales como lo que había hecho en estos días, mientras, cada vez me atraía más, me deslumbraba con su mundo, sus viajes, luego pasamos a una salita para disponernos a comer, bebimos unas copas más. Había sido una tarde exquisita, pero el calor nos fue aletargándonos, nos sentamos en el sofá, para intercambiar ideas sobre El lobo estepario, en un momento, se cayó el libro del cual conversábamos, a la vez intentamos tomarlo, se rozaron nuestros cuerpo, nos miramos, acercamos nuestras bocas y suavemente nos besamos, fue un momento intenso, no hubo palabras sólo ese beso.

Desde aquel momento fuimos casi inseparables, tenías largas y encaprichadas conversaciones, generalmente nos veíamos de día. Pasó una semana, hasta que acordado l comer juntos esa noche, claro que esta vez yo cocinaba algo del norte.

En esos días, sólo hubo algunas intensas caricias, que pienso que tanto a él como a mi nos dejaron bastante estimulados, creo que no nos atrevíamos a pasar de eso, pero esa noche me propuse conocerlo aún más.

Eran ya las ocho de la tarde, cuando comencé a arreglarme, tome una ducha fría, seque cuidadosamente mi piel y la envolví en una crema de bebe, elegí mi ropa interior un cuadro negro muy pequeño y un sostén blanco que se abrochaba por delante. Luego perfume mi cuerpo, tome un short muy ajustado y una polera roja para la ocasión, tome mi pelo en una cola, sin maquillarme como es mi costumbre, a eso de las nueve toque su puerta, salió a encontrarme con ese bronceado que le hacia verse espectacular, con una camisa blanca y unos blue jean. Me invito a pasar al living, iba dispuesta a preparar la cena, pero me pidió no hacerlo.

Me invito una copa de vino, se acerco a mi , me miro, me acaricio la cara tiernamente tomo mi pelo y lo soltó suavemente, me recostó sobre el sofá y comenzó con besos cortitos y suaves en mi cara sobre mis pechos, yo me dejaba ir, sentía que lo deseaba, deseaba tocar su cuerpo, saber que era lo que tenía ese hombre, hasta su olor me excitaba.

Mi alex, mi alex , repetía al mismo tiempo que comenzaba acariciarme con sus enormes manos mis pequeños pechos, mi respiración se agitaba cada vez más, comencé tímidamente a tocar su miembro sobre el pantalón, se sentía enorme, duro, él ya había subido mi blusa y apartado el sostén , comenzó a chupar fuertemente mis pezones ,con la furia que se había contenido en estos últimos días, no la furia violenta , sino aquella del deseo , mis pezones a esa altura estaban tan erectos como yo sentía su pene. Mientras tanto sentía mi vulva Humedecerse, puse mi mano dentro del su jean y por fin lo tenía en mi mano , era enorme, húmedo, sentía su olor, comencé a jugar con su pliegue de arriba a bajo , de abajo hacia arriba, mi boca pedía tenerlo dentro, pero no me atrevía a decírselo, él bajo el cierre del short y suavemente puso sus largos dedos en mi clítoris, ese contacto hizo estallar mi una pequeña convulsión, nuestra respiración se agitaba más y más, y volvía a repetirme mi alex , mi alexa . En ese momento me alzo en sus en sus brazos y pasamos a su dormitorio que se encontraba al lado de la salita de estar, suavemente me recostó en la cama , y se dispuso a sacarme la blusa, y comenzó a besar mis senos , sacando de paso el sostén que las retenía, después bajo el short y mi braga, seguía acariciándome , me miraba y su mirada me excitaba más, se puso de pie y saco su jean y camisa, a través de la luz que venía del patio, pude darme cuenta que realmente era de muy buen tamaño su verga, nunca había tenido uno así, se acerco y de rodilla delante mio , puso su miembro a la entrada de mi vulva, me miro, lo hundió y sentí un pequeño dolor, pero ese dolor era exquisito, era un dolor que deseaba tenerlo siempre, luego me tomo y me puso de espalda comenzó a pasar su lengua por la espalda, cada vez que lo Hacia yo estallaba en ahogados chillidos, me abrazo por detrás, y en posición de perrito arremetió nuevamente en mi vulva mojada por lo caliente que estaba, el jugaba con el ritmo de sus metidas,, las aceleraba y luego lentamente volvía a meter ese enorme pene, de vez en cuando volvía a sentir ese dolor que me hacia estallar de gozo, volteé violentamente y tome su verga con mis dos manos y comencé a lamérselo, de arriba hacia bajo, sentía como latía , saborea el semen que se escapaba , ya no era la angelical niñita, ahora quería demostrarle la mujer que era, seguí lamiendo y solo cambiaba sus chillidos por mi nela , mi nela, en mi boca tenía su sexo y me excita el pensar que podía tragarme el semen si el acababa, pero no fue así , me puso nuevamente en la cama y abrió mis piernas, puso su sable tan duro como al principio dentro mío, y cruzo su pierna bajo las mía y comenzamos ambos a agitarnos, en un vaiven desesperado, la respiración se hizo fuerte y entrecortada, mi cuerpo comenzó a ponerse rígido , cualquier roce con su cuerpo me hacia presentir que estallaba , ya venía en mi el tiempo del clímax total, comencé a decirle que necesitaba que lo metiera mas fuerte, a que cabalgara en mi , hasta que no pude más y estalle en un grito acallado, él me beso , entro su lengua hasta lo más adentro que pudo, sentí la rigidez del cuerpo y los latidos de su sexo sentí su leche derramarse sobre mi abdomen y casi inaudible mi alex mi alex, se tumbo al lado mío , no hablamos sólo nos acariciábamos por un buen rato, me abrazo , creo que nos dormimos, más tarde cerca de las seis de la mañana y antes que amaneciera ,tome mis cosas, me vestí y me fui sin que él se diera cuenta.

06 junio, 2005

Tan amigos Como Siempre

Nos conocíamos de hacía bastante tiempo, era compañero de curso de mi hermano mayor y uno de sus mejores amigos, aunque sus caminos después de la enseñanza media fueron distintos, mi hermano optó por las fuerzas armadas, siempre llegaba a mi casa, él estudiaba obstetricia en la universidad local, ya estaba en tercer año, yo recién ingresaba a la misma, pero en otro campus, no era para nada atractivo, pero a su favor tenía una gran personalidad y me divertía bastante, su frase favorita “ Arica ciudad del sexo, las drogas y el alcohol”. Siempre nos traía el último chiste, y nos agradaba pasar tiempo con él, mi madre lo quiere como a un hijo más. Al principio lo molestábamos mucho porque su apego a mi casa era por mi hermana menor, quien odiaba que la molestáramos con él, después que se le paso el encantamiento, se acerco a mi ,yo sabía que se estaba interesando, pero él siempre respetó mi forma de ser y resultó ser uno de mis mejores amigos, a él acudía cuando tenía mis atados sentimentales y sexuales y que, a pesar de la edad, eran bastantes ,sé que para él no debió ser agradable escuchar mis problemas pero prefería tenerme de amiga, tenías claro que yo siempre lo vi así.

Se había ausentado un par de semanas de mi casa, así que mi mamá lo llamó para saber de él, así supe que estaba con gripe muy fuerte, y que por eso estaba en cama y no había podido ir. Esa tarde le dije a mi mamá que le pasaría a ver y que después iría a la casa de mi pololo que vivía en la misma zona. Recuerdo que me puse mi pollera calipso y una camisa muy finita y delgada, sin sostenes que dejaban entrever mis pequeños pezones, sabía que se veían bien, además había quedado de salir con mi pololo. Partí caminando en dirección a su domicilio, recuerdo que hacía bastante calor pues había comenzado la primavera en mi ciudad, pasaron unos quince minutos, cuando me encontré frente a la puerta de su casa, era bastante extraño ser tan buenos amigos y apenas conocer a su familia, toque el timbre y salió una de sus hermanas, pregunte por él y me dijeron que estaba en su dormitorio, me pidió que pasara y esperé en un pequeño “estar” que daba hacia los dormitorios por un lado y al otro con el living, me pareció bastante cuidada la casa, se notaba la presencia de mujeres, el es el único varón y el menor en su familia; el rato que esperé salió la mamá de la cocina y me pidió que me sentará, hasta ese momento permanecía de pie, me trajo un vaso de bebida y se perdió hacia el dormitorio de él, al rato después regresó y me hizo pasar hacia donde se encontraba . Su pieza era pequeña pero sólo para él, las paredes tenían un color oscuro que hacían juego con la cortina azul de un género bien grueso que no dejaba pasar bien la luz de la única ventana que tenía y que daba hacia la calle, tenía un escritorio sencillo con carpetas y papeles por todos lados, el ambiente era tenue pero no me molestaba, su cama era de plaza y media con un cubrecamas azul y si mirabas al techo había esbozado un paisaje a medio terminar.

Me estaba esperando sentado en su cama, se había vestido con un short y una polera y unas zapatillas de levantar, después de darnos el beso en la mejilla al vernos, su mamá nos dejo solos en el cuarto, al rato nos trajo más bebida, después de eso él cerró su puerta y nos pusimos a escuchar música, recostados sobre su cama, le pregunté como se sentía, le dije cuanto lo echábamos de menos, él como siempre tiraba sus bromas, de repente nuestro conversación giro de tema y discutíamos sobre sexo, sobre todo desde mi particular punto de vista de que los hombres sólo le gusta sentir ellos, que no les importaba lo que sintiéramos nosotras, las mujeres; entonces, medio en broma medio en serio, él me dijo que podía hacerme sentir sin necesidad de penetrarme, que era técnica, yo le seguía el juego, lo desafié para que me lo demostrara; en ese momento el tema, el calor, el ambiente tenue, no sé, me hicieron encenderme, bastó entonces un pequeño roce, para sentir lo caliente que nos puso la conversación, él puso su mano sobre mi pecho, yo no dije nada , en cierta forma me gustaba que lo hiciera, abrió mi blusa y se encontró con mis pechos desnudos los tomó suavemente y los acercó a su boca, el juego había empezado no sabía en que la iba a parar, pero el sólo hecho de pensar que se aproximaba una experiencia sexual distinta me ponía más ardiente, lo más extraño es que no había ningún sentimiento de amor o de atracción entre nosotros o por lo menos en mí, sino sólo amistad.

Mientras él jugaba con su lengua en mis pezones, yo le murmuraba que no sentía nada, que podía ser la mujer más fría del mundo, creo que esto le pareció un desafió y por supuesto lo excitaba más, ya no importaba en ese momento la amistad, solo la batalla, era la pasión, el sexo el que guiaba nuestras vidas en ese instante, besó mi cuello sin dejar de tener mis senos en sus manos, estaba sentado al lado mío, yo ardía pero trataba que no se diera cuenta, sentía como mi vulva se mojaba y pedía que le pusiera atención pero él seguía en mis pechos, siguió chupando mis pezones y sus manos se desplazaron hacia mis muslos, yo ya no daba más de lo excitada que estaba, pero como el juego era demostrar lo fría que podía ser, lo disimulaba lo mejor posible, aunque de vez en cuando salía un gemido suave, mi respiración era lo único que no podía controlar y a medida que avanzaba me agitaba más, no nos importó la presencia en las otras habitaciones de su familia, subió mi falda suavemente y sus pequeñas manos tocaron mis muslos, subieron sin prisa hacia mi vulva humedecida a más no poder, introdujo un dedo en mi vagina como sólo él lo sabía hacer, era un futuro matrón, luego fue hacia mi clítoris que como lo había dicho estaba erecto , esperando la pelea , esperando la atención necesaria, el ambiente se llenaba de ese olor a sexo, a nuestras hormonas convulsionadas. De pronto bajo besándome el abdomen, sentí el cosquilleo, la tensión de la piel como se erizaban cada uno de mis bellos, luego venia el relax y nuevamente la tensión…. se puso de rodillas, por un solo instante noté que su sexo estaba tan erecto y duro como mi clítoris, sacó mis cuadros y observó en su esplendor mi vulva muy bien depilada y definida por el tangas que me gustaba usar en verano, ya mis gemidos eran más que plausibles y mi cuerpo se tensaba cada vez más, tiré mi cabeza hacia atrás y dejé que el siguiera su tarea, su desafío, ya no me importaba demostrarle que no sentía, sino que me entregué completamente al placer de una buena mamada, en la que yo creía ser una experta, su lengua recorrió cada uno de mis muslos hasta llegar a la entrada de mi vulva olorosa y jugosa a sexo sin compromisos.

Separó con cierta fuerza mis piernas y las abrazó, acercó su boca, al centro de mi placer y comenzó a jugar con esa lengua, toques suaves, después toques fuertes, chupadas, bebió de los jugos que salían presurosamente de mi vagina, soltó una de sus manos y sentí entrar en mis carnes un dedo que trataba de llegar al final del túnel, mis pliegues los sentía como a flor de piel, y se abrían más y más, ya no me bastaba un dedo y él lo entendió puso otro más, entraba y salían mientras que su lengua seguía en mi centro del placer que a esa altura del tiempo estaba en todos partes de mi cuerpo, yo tomaba su cabeza con mis manos y le imponía cierto ritmo a esa chupada, Con la otra mano comencé yo a frotar mis pechos , no me importó la gente que había en la casa mi respiración se hacia más fuerte y mis gemidos también , sentía que el se excitaba porque también podía oír sus gemidos , y a pesar de todo nunca intentó penetrarme, se sentía ganador, seguía en mi entrepierna su lengua ya no se conformaba con mi clítoris sino que ahora buscaba que yo estallara de placer en mi vagina, se me confundía todo, ya no sabia si era su lengua , sus dedos , su boca , sentí un momento la necesidad de ser penetrada , pero algo me lo impedía , quizás la amistad , en ese momento no importaba , pero no dije nada, comencé a sentir que se venía la gran explosión en mi cuerpo, como nunca lo había sentido hasta ese momento todas las sensaciones venían desde la periferia de mi cuerpo y comenzaron a centrarse en mi clítoris me puse tensa casi acalambrada y vino ese bendita explosión y un grito callado salió de mi boca, seguidamente dos más de estas explosiones vinieron aunque más suaves encadenadamente, mi cuerpo cayó exhausto sobre la cama , cerré mis ojos, algo me dijo… él también había explotado y el olor a semen y jugo de mi interior invadió el ambiente, se acercó a mí me dio un dulce beso en mi frente y se quedó a mi lado, no hubo palabra por varios minutos, yo no cuestionaba la situación hasta ese momento, él era mi amigo y yo su amiga, no dijimos nada, el timbre de su casa nos sacó de ese instante , ya ves -me dijo- no todos somos iguales, espero que mi regalo, porque es mi regalo para ti quede en tu corazón y en tu cuerpo , sé que me quieres como un amigo, yo más que eso, pero esta es la única vez que te lo voy a decir - si me gusta mucho, te quiero pero se cual es mi lugar contigo, no me digas nada seguimos siendo tan amigos como antes- y no se hable más sobre esto , dejémoslo como una fantasía. Tomé mis cuadros que estaban en el suelo alfombrado, me arreglé un poco, abrimos la cortina para dejar pasar la luz y el aire , me despedí de él en la puerta de su casa , y emprendí el camino hacia la casa de mi pololo, en el camino no podía creer lo caliente que me había comportado, pero también emocionada por el gesto de aquel amigo y lo que me había hecho sentir, no me di cuenta cuando ya estaba frente a la puerta de la casa de mi pololo.

Esa tarde fue la única vez que mi amigo y yo fuimos algo más, después volvió a ir a mi casa nunca hablamos sobre lo que pasó, respetábamos mucho nuestra amistad, hasta ahora que es un hombre casado y yo también, nos seguimos viendo como amigos y creo que es la primera vez que comparto este relato con alguien más, a veces debo decir que los recuerdo de esa tarde aun se sienten en la piel…. Bendita tarde de primavera....