Cuentos para Mi

La realidad se mezcla con la imaginación, el sentir se confunde con los recuerdos, y estos son los relatos que avivan mis noches y mis sueños , Hoy los comparto contigo.....

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Nombre: Sol Diez
Ubicación: Arica, Tarapaca, Chile

Desde los doce años que escribo, esta es la primera vez que publico y espero saber sus comentarios,las actualizaciones son semanales.

26 marzo, 2006

Canela o el éxodo de mis demonios. capitulo 1


Desnuda, sin atadura, ni vendaje que me amarre, así desde ahora iré por la vida, asumí que no tengo la edad que quisiera, pero lo que tengo es lo que soy, desnuda y ardiente, sin calma pues el tiempo corre y esa carrera no quiero que me deje atrás, sólo viviendo de lo que fue o pudo ser, y me atrevo a mirarme en el espejo y ahí estoy despojándome de los demonios…..

En algún lugar del tiempo termine el libro que me obligaron a leer sin mucha expectativa pero al final terminé por adoptar el sobrenombre de su heroína” Canela”. Canela no se parecía nada a mí , pero en el fondo parte de esa inocencia, pudor y amor se quedaron en el libro y en las lágrimas que cayeron en el, tan sólo doce años tenía cuando el mundo del sexo se abrió ante mí, ni siquiera me quitaba el sueño “ser mina”, al revés lo que más temía era convertirme en esas niñitas de vestido y tacón, por lo que siempre andaba en harapos masculinos sobre una patineta, vivía mi infancia a concho, flaca casi cadavérica y muy flexible, subía y bajaba los faldeos del morro. Y ahí empezó la historia de Canela, la segunda niña de la familia, la del medio. Sus pechos comenzaron a florecer con dolor y fiebre que refrescaban con paños helados, sus piernas y brazos se alargaban aceleradamente creciendo asimétricamente en relación a su cuerpo, su cara era fina con una nariz respingada y pequeña, con ojos achinados y oscuros, de piel blanca y suave, de cejas gruesas, solitaria e introvertida que disimula muy bien bajo esa verborrea que mareaba a cualquiera que quisiera conversar con ella, comenzando ahí a construir su armadura que acarearía por largo tiempo.

Cuando llegó aquel tío de ojos claros y cariñoso, la familia lo recibió con los brazos abiertos, él había sido un gran gerente que el alcoholismo lo dejo en la calle, y lo mandaron al norte un tanto por vergüenza y por otro lado con la esperanza que se recuperará, Canela se acerco a él pues era muy culto y sus relatos de los viajes que había hecho de joven la hacían viajar a esas tierras que imaginaba en sus sueños. La convivencia durante los primeros meses fue normal y no bebía muy poco, pero al pasar el tiempo cada vez iba empeorando. Una tarde antes de irse a su trabajo de rondín, su tío le pidió a Canela que le fuera a comprar una botella de vino, a lo que accedió sin decir nada, la casa estaba sola. La llegada de la niña fue rápida y amablemente le pasó su encargo, al tomar su manos notó que ya no la miraba como antes, con la prisa de seguir con sus tareas y juegos no puso reparó en esa mirada. A la siguiente tarde y estando solos nuevamente, el tío se acerco por detrás de ella, quien sintió ese desagradable olor a vino, que emanaba de su cuerpo senil, y una mano sobre sus pequeños pechos que se abrían como botón de flores al iniciar el día, la sorpresa la hizo girar y el miedo la enmudeció , sintió como le apretaba esa inmensa mano sus tierno mamas, al segundo reaccionó y salto de su silla, en ese instante llegaba su hermana menor y se guardo el momento para sí, tomando su rutina como si nada habría pasado. El miedo a un padre machista y a un mundo desconocido la hizo callar ese encuentro. Por un tiempo evitaba encontrarse sola en la casa, pero las excusas se le acabaron, y el tío pasaba poco en el lugar, pero vinieron las vacaciones del anciano alcohólico y los encuentros se hicieron más recurrentes, estaba obsesionado con ella y sus pechos, cuando podía se los manoseaba, la sensación las confundía pues le desagradaba enormemente pero también comenzaba a sentir cosquillas agradables, los ojos penetrantes y la mirada la dominaban lo que le permitió convencerla de que le mostrará sus senos mientras le corría un ligero hilo de baba desde su boca, no contento con ese espectáculo se acercaba y se los besaba, Canela sentía asco del olor que despedía su cuerpo pero también le gustaba ese sensación, dejando en ella un halo de culpabilidad, de sentirse sucia, cometiendo pecados inconfesables, menos iba ir donde sus padres a contarles lo que pasaba, pues las mujeres eran las que tentaban a los hombres, concepto errado de una familia muy apegada a la iglesia y al machismo, un muchas veces para callar sus actos le daba dinero que ella manejaba en el más estricto secreto, fueron dos años malditos sufriendo, y gozando el despertar del placer, hasta que su padre decidió que el anciano debía regresar a su hogar en la capital para que sus hijos se hicieran cargo de él, pues ya había perdido la batalla contra el alcohol y podría en su locura senil provocar algún problema con sus hijas ya adolescentes, Canela sintió pena pero también un alivió, nunca hablo del tema con nadie más que con su siquiatra mucho tiempo después.

4 Comments:

Blogger Calameño said...

Ufff.buena manera de hacer nuevamente catarsis, pero segurmante el dolor ya no debe ser tan angustiante como antes.
Un gusto volver a leerte amiga mia.

8:59 p.m.  
Blogger Andres said...

Lamentablemente los abusos a menores quedan impunes en el silencio de sus victimas, mientras que los victimarios andan sueltos dando sermones de ética.

9:12 p.m.  
Blogger . said...

Interesante prosa. Voy a visitarte seguido. Un abrazo desde Argentina.

6:01 p.m.  
Blogger Calameño said...

Y...cuando volvemos?...Las clases deben tenerte agobiada...Se te extraña...Besos y abrazos

9:45 a.m.  

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