Te propongo

Te propongo comenzar de nuevo, olvidar que tenemos una historia común, buscarnos en los lugares llenos de gentes, y solo sonreír al encontrarnos, que nuestros ojos se miren y no se miren, a jugar con esa inocencia perdida hace bastante tiempo, a fingir no saber nuestros nombres e inventarlos, mientras presurosa me mezclo con la muchedumbre del ultimo día del mes, y nos encontramos en aquel café, donde suelo tomar helados, tú te acercas y me dices – yo a ti te conozco, en mis sueños te he buscado-, y yo no digo nada, sólo te tomo de la mano y nos alejamos de la prisa de un día viernes, y llegamos volamos, aun estando en tierra, no hay edad , ni preocupaciones, ni cuentas por pagar, ni la rutina de un hogar, solos tu y yo, en la tibia habitación de un motel , nos embriagamos con ese exquisito Moscatel de Alejandría, que sabe a uva madura, a otoño en el Valle, a esa boca ardiente que espera ser mordida.

Y ya no tengo vergüenza de mostrar mi cuerpo desnudo, de no tener las carnes tan firmes como las chicas de televisión, pero sí , con toda la pasión y la experiencia acumulada de los años vividos, me besas y yo te beso, y nuestras lenguas se entrelazan y bailan, tocando cada espacio de nuestros paladares, sintiendo como se calienta la sangre y las ganas nos desesperan, pero no hay prisas, atrás dejamos todo, y el juego nos excita, tus manos toman mis pechos y tus labios se acercan a beber el elixir oculto en ellos, y el olor a uvas nos invade, de tus poros salen envolviéndome, y me aferró a tu pecho sintiéndome protegida, me envalentono y tomo la iniciativa, furiosa por hacerte mío y recorro tu cuerpo desde tu cara a los pies, refregándome como gata en tu piel , escudriñando cada rincón donde saltas y te doblas de puro deseo, y dedico tiempo a tu sexo firme y húmedo que exuda vida, lamiendo cada uno de tus pliegues, y te siento gemir, y me excita saber que es por mi culpa, y el centro de mis placer, te reclama atención, te reclama atraparte, y te toma, cabalgando sobre tus caderas en perfecto sincronía, suave y apretado, te envuelve su palpitar y me repites que me deseas…..suena el celular… son las 13:50 , me pides que vaya al banco urgente, se esfuma el sueño, y mi proposición se guarda una vez más, no digo nada, llegan las cuentas, la edad y la rutina de mantener un hogar, quizás mañana te proponga, sino es demasiado tarde.